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Sentir picor o ardor en la boca de vez en cuando es habitual, sobre todo si previamente se han ingerido alimentos que pueden aumentar esta sensación, como comidas muy picantes o con muchas especias. Así como si comemos alimentos que están a una temperatura muy alta.
Pero hay ocasiones en particular en las que no es posible sentir una sensación de ardor en la cavidad bucal debido a una causa específica que podemos determinar. Y además el picor es constante y muy intenso hasta el punto de ser molesto y privarte de hacer otras cosas como hablar, beber o comer.
En ese caso, podemos referirnos al síndrome de boca ardiente y debemos contar con la ayuda de un especialista en el área que nos ayude a determinar las posibles causas.
¿Quiere saber más? En el siguiente artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este problema y lo que se necesita para eliminar esta desagradable sensación.
¿Qué es la glosodinia o síndrome de boca ardiente?
El síndrome de boca ardiente es el término utilizado para describir la sensación constante de quemazón o picor en la cavidad bucal o sus mucosas.
Su nombre médico es glosodinia o estomatodinia, y puede desarrollarse en múltiples zonas de nuestra boca, especialmente en las mucosas o zonas sensibles: lengua, interior de las mejillas, paladar, encías, garganta, encías, etc.
No hay una edad concreta en la que se desarrolle, cada persona puede padecer este síndrome. Pero según los estudios, esta enfermedad es mucho más frecuente en las mujeres que están a punto de pasar por la menopausia y en las personas mayores de 60 años que ya están llegando a la vejez.
Las molestias que desarrollan por este síndrome son bastante incómodas y pueden durar mucho tiempo. Los síntomas pueden tardar días, meses o años en desaparecer por completo o en desaparecer de forma natural (si es que desaparecen).
En cualquier caso, este síndrome puede ser permanente o puede ser intermitente, o lo que es lo mismo, puede aparecer ocasionalmente en nuestra boca.
¿Y si siento ardor por otros motivos?
El principal motivo por el que se desarrolla el síndrome de boca ardiente es que no tiene razón aparente ni lesión previa.
Así que si hemos ingerido algún alimento con una temperatura elevada, no es probable que se deba a este síndrome, ya que aunque sintamos las mucosas ardiendo estas responden a una causa particular razonable: La alta temperatura del alimento.
En este caso, sólo será necesario seguir una serie de instrucciones que pueden ayudar a reducir las molestias de esta causa.
Por ejemplo, si te has quemado la boca, puedes enjuagarte con agua salada o colutorio que tenga una respuesta analgésica. Aunque dependiendo de la gravedad de la quemadura puedes acudir al médico si los síntomas persisten, ya que podría haber desencadenado otro problema que no tiene nada que ver con este síndrome en concreto.
Síntomas de la glosodinia
Los síntomas del síndrome de boca ardiente pueden aparecer de forma gradual o espontánea y directa.
- Entre los síntomas más evidentes, podemos tener estos:
- Sensación de quemazón, picor o escozor en las distintas partes de la cavidad bucal.
- Alteración de la capacidad de percibir sabores: El sentido del gusto se ve disminuido y se modifica el sabor de los alimentos, sintiéndolos amargos.
- Percepción de sequedad en la boca.
- Adormecimiento de la lengua, acompañado de cierta sensación de hormigueo.
En caso de que estos síntomas coincidan con los que usted siente, es aconsejable que acuda a su dentista.
Es normal que aunque padezcas el síndrome de boca ardiente sientas alivio si tomas diferentes tipos de bebidas a temperatura ambiente o frías o si comes algunos alimentos, pero eso no significa que estés totalmente libre y que no padezcas este problema.
Si tiene algún antecedente psicológico que confirme que es una persona que se estresa con facilidad o que mantiene altos niveles de ansiedad, es probable que estos síntomas se sientan mucho peor.
Si los síntomas persisten, pueden producirse cambios significativos y negativos en el proceso de masticación y deglución de los alimentos. Y en casos mucho más graves, puede afectar a la calidad del sueño de las personas, haciendo más probable la posibilidad de insomnio.
Causas del síndrome de boca ardiente
Como ya hemos mencionado anteriormente, la glosodinia se diagnostica a través de la sensación continua de molestia y ardor en alguna zona de la boca, especialmente en las mucosas, sin una razón lógica que lo justifique.
El síndrome de boca seca tiene causas muy diferentes y puede responder a distintos estímulos. La gravedad del problema y los síntomas dependen de cada persona y de cada causa en particular, pero no hay ninguna que pueda considerarse la causa principal.
Dependiendo de la causa, los dentistas clasifican el síndrome de boca ardiente en primario, o idiopático, y secundario.
- Síndrome de boca ardiente primario o idiopático
Después de haber realizado las pruebas médicas que pueden ayudar en el diagnóstico, no hay razón aparente en ninguna de ellas que pueda determinar una anomalía en la persona que pueda ser la culpable de este problema.
En estos casos concretos, la sensación de quemazón suele combinarse con anomalías en la percepción del gusto y con daños neuronales y sensoriales en el sistema nervioso periférico o central.
- Síndrome de boca ardiente secundario
En estos casos concretos, si existe una causa después de haber realizado las pruebas diagnósticas adecuadas al paciente.
La mayoría de los diagnósticos del síndrome de boca ardiente pueden derivar de otro tipo de patologías, por ejemplo, carencias vitamínicas o prótesis dentales mal colocadas o muy desgastadas.
Entre las causas más comunes de este tipo de síndrome, podemos determinar:
- Reacciones alérgicas a varios tipos de alimentos o a distintos materiales utilizados en odontología para realizar empastes u otros tipos de procedimientos.
- Enfermedades que afectan a la lengua: candidiasis oral, liquen plano oral o lengua geográfica.
- Presencia de enfermedades periodontales.
- Carencias vitamínicas
- Anemia
- Reflujo ácido estomacal o reflujo gastroesofágico.
- Xerostomía
- Trastornos endocrinos como diabetes o problemas de tiroides.
- Ansiedad o altos niveles de estrés, como morderse la lengua.
- Fuertes cambios hormonales generados por la menopausia o el embarazo.
- Presencia de prótesis dentales mal ajustadas que puedan causar irritación de la zona.
- El tabaquismo, que puede provocar cierto entumecimiento de la lengua.
Si se presenta alguno de estos síntomas, a través de ellos será posible determinar el tipo de tratamiento especialmente indicado para su problema.
Diagnóstico del síndrome de boca ardiente
No existe ninguna prueba específica que pueda determinar si padece el síndrome de boca ardiente. Pero aun así, el médico descartará otros problemas antes de llegar a un diagnóstico de síndrome de boca ardiente.
Lo más probable es que el dentista examine su historial médico y, si toma medicación, la evalúe. Además, le hará un examen físico directo en la consulta y le pedirá una descripción de sus síntomas bucales, su rutina diaria de cuidado bucal y su estilo de vida.
Entre otras posibilidades, el dentista puede pedirle que le haga un examen médico general para determinar si tiene otros problemas. Las pruebas más comunes que se envían a los pacientes son:
Análisis de sangre:
A través de análisis de sangre se puede investigar todo su recuento sanguíneo, los niveles de glucosa, la función tiroidea, los factores nutricionales visibles y cómo está funcionando su sistema inmunológico. Así que debería darte alguna información sobre tus molestias orales.
Cultivos orales o biopsias:
Tomar una muestra de la boca y analizarla al microscopio puede determinar si existe una infección bacteriana, vírica o fúngica.
Pruebas de alergia:
Su dentista tiene la capacidad de sugerirle algunas pruebas de alergia para determinar si existe algún tipo de reacción a un determinado alimento o aditivo.
Mediciones salivales:
En caso de que lo que padezca sea el síndrome de boca ardiente, lo más probable es que sienta la boca seca. Las pruebas salivares pueden determinar si padeces xerostomía, que es cuando tienes un flujo salival muy bajo.
Pruebas de reflujo gástrico
Como su nombre indica, a partir de estas pruebas se determina si existe una enfermedad en el reflujo gastroesofágico.
Pruebas de diagnóstico por imagen:
El dentista puede sugerir una resonancia magnética, una tomografía computarizada, entre otras pruebas de diagnóstico por imagen, para asegurarse de que todo va bien y de que no padece otro tipo de problemas de salud.
Ajuste de la medicación:
En caso de tener una medicación específica que pueda causar molestias orales, se debe consultar con el médico de cabecera para disminuir o cambiar la dosis. E incluso cambiar la medicación o recomendar la deshabituación temporal de la misma para determinar si es la medicación la causante del síndrome de boca ardiente. Es importante tener en cuenta que no se debe suspender por nuestra cuenta o sin un estudio o confirmación médica previa para evitar problemas.
Cuestionarios psicológicos:
Encaja en las posibilidades que tiene de rellenar un cuestionario psicológico que puede ayudar a determinar si tiene algún síntoma de una afección mental como depresión, ansiedad u otra enfermedad mental.
Tratamiento de la glosodinia
No existe un tratamiento específico y totalmente curativo que pueda ayudar a curar el síndrome de boca ardiente. Por eso, en estos casos es fundamental determinar la causa concreta de este problema.
Los tratamientos suelen centrarse en resolver la causa de la glosodinia, no sus síntomas.
Así pues, el tratamiento del síndrome de boca ardiente puede ir desde el ajuste de una dentadura postiza mal colocada, un suplemento vitamínico, un cambio de dieta o de hábitos particulares.
Se puede recomendar un cambio de dieta si el paciente tiene estos síntomas debido a una alergia alimentaria no diagnosticada que empeora la situación de la mucosa.
Es importante tener en cuenta que, aunque los síntomas desaparezcan, esto puede llevar mucho más tiempo de lo normal y ser bastante incómodo para la persona. Especialmente si el paciente padece este síndrome debido a un factor psicológico no diagnosticado.
¿Se puede prevenir el síndrome de boca ardiente?
Como mencionamos anteriormente, esta enfermedad puede ser causada por múltiples cosas, por lo que es muy difícil que exista un método de prevención.
Pero aun así, hay una serie de pasos que pueden mejorar los síntomas de las personas que están pasando por este síndrome.
Ante esta afección, los dentistas hacen las siguientes recomendaciones:
- Hidrátate constantemente para equilibrar los niveles de saliva que tienes en la boca. Aumenta la ingesta de líquidos saludables en abundancia, evita los que están muy procesados y son ricos en azúcar como los refrescos. Además de los zumos muy ácidos
- Mantenga una dieta rica en alimentos saludables y evite los que sean demasiado picantes o tengan demasiadas especias entre sus componentes.
- Disminuir el consumo de alcohol y tabaco, que suelen irritar la mucosa oral.
- Reducir el nivel de estrés diario.
Preparación antes de la cita
Lo más probable es que tenga que consultar primero a un médico de cabecera antes de acudir al dentista, ya que es normal que el síndrome de boca ardiente esté relacionado con diferentes tipos de patologías que pueden estar más allá de las capacidades del dentista. Por lo tanto, es normal que te deriven constantemente a otro especialista para determinar la causa de tu problema.
Esta guía puede ayudarle a preparar la consulta:
- Pregunte al médico si necesita hacer algo antes de la cita con el dentista, como no comer o algo similar.
- Determinar la lista de síntomas, incluidos los que no están directamente relacionados con la boca.
- Haga una lista de la información personal clave, como cualquier situación estresante o cambios recientes en el estilo de vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas, hierbas medicinales y otros suplementos que estés tomando, así como de las dosis.
- Traiga una copia de todas las consultas y pruebas anteriores a las que se haya sometido por este problema.
- Pida a un familiar o amigo que le acompañe, si es posible, para que le apoye y le ayude a recordarlo todo.
- Prepare con antelación las preguntas que hará al médico.